Así celebrará la Filarmónica de Medellín sus 35 años
En un garaje, hace 35 años: así nació la Orquesta Filarmónica de Medellín. El espacio era del maestro Alberto Correa, y 36 músicos se reunieron para ensayar el que sería su primer concierto, un 20 de septiembre de 1983 en el Teatro Pablo Tobón Uribe cuando tocaron, entre otras obras, La obertura Las bodas de Fígaro, de Wolfgang Amadeus Mozart.
Por ensayar por primera vez un 16 de abril la orquesta siempre celebra ese día su cumpleaños. Es decir, este lunes es de festejo.
Aunque joven, la orquesta tiene muchos logros, entre ellos, Ana Cristina Abad, su gerente, destaca que es un referente en el país y para los jóvenes estudiantes de música. “Tenemos 24 chicos que nacieron en la Red de Escuelas de Medellín y ahora hacen parte de nuestros talentos”.
Serán dos celebraciones: la primera este lunes, para invitados especiales, y la segunda el 29 de abril, en la que estará el director titular de temporada 2021-2022 de la Orquesta Sinfónica de Viena, una de las más importantes en el mundo. Ese director no es un músico extranjero, es el maestro Andrés Orozco-Estrada, nacido en Medellín. Por eso es un orgullo que su batuta vuelva a la ciudad.
El festejo de este lunes tendrá a tres grandes directores que se han puesto al frente de la Filarmónica de Medellín: los maestros Alberto Correa, Alejandro Posada y Francisco Rettig. Como es una celebración, explicó Gonzalo Ospina, director asistente y concertino principal de la Filarmónica de Medellín, cada uno de ellos escogió una pieza para la conmemoración. Correa optó por el Te Deum, de Joseph Haydn; Rettig dirigirá la obertura de Los maestros cantores de Núremberg, de Richard Wagner, y Posada seleccionó la obertura de El Murciélago, de Johann Strauss.
El concierto del 29 de abril sí que será una fiesta. Por primera vez la Orquesta Filarmónica de Medellín interpretará Un Réquiem Alemán, de Johannes Brahms, dirigido por el maestroOrozco-Estrada y con la participación de los coros Arcadia, Tonos Humanos y Departamento de Música de Eafit. También estarán la soprano Juanita Lascarro y el bajo barítono Valeriano Lanchas.
Ospina no duda en asegurar que para las personas en Medellín la Filarmónica debería generar tanto orgullo como las escaleras eléctricas de la comuna 13, el Metro Cable o el Tranvía.
Como esos lugares, que miles de turistas que llegan a la ciudad quieren conocer, la orquesta también ha hecho transformaciones, pero esas no son físicas, no se ven tan fácilmente, no se tocan, son más profundas, pues la música y en general la cultura, impacta de otros modos.
Dígale música clásica o culta, pero tiene sus diferencias
Cada una de las obras que escogieron los maestros Correa, Posada y Rettig para el concierto de celebración del este lunes 16 son de periodos musicales distintos. Una es del clasicismo, otra del romanticismo y la última del romanticismo tardío, compuesta por Johann Strauss II, hijo de Johann Strauss, quien hizo la Marcha Radetzky.
Si usted sabe poco de las diferencias entre una época y otra y de los compositores que dejaron huella en ellas, cinco músicos de la Filarmónica de Medellín se las explican para que la próxima vez que asista a un concierto su contexto sobre la música sea más amplio y quizás la disfrute más porque sabrá en qué momento histórico las hicieron.
Jaime Martínez, oboísta, habla del romanticismo
Escuchar una obra del romanticismo musical (comienzos del siglo XIX hasta comienzos del siglo XX) podría provocar que se pregunte por su existencia, por su papel en el mundo, por el amor y la nostalgia. Eso cree el oboísta Jaime Martínez. Según el músico, así se quisieron expresar los compositores de ese periodo, uno que produjo el nacimiento de géneros como el poema sinfónico y el Lied (una canción lírica breve). “La música del romanticismo le mueve el piso y no es necesario tener cultura musical, escucharla podría dejarlo impactado”, cuenta Martínez.
Franz Liszt, a quien el oboísta llama un acróbata del piano único en la historia, por el que las mujeres gritaban como si fuera Justin Bieber, fue uno de los músicos más destacados de esa época. También sobresalieron Robert Schumann, Felix Mendelssohn, Edward Elgary Piotr Ilich Chaikovski, “cuyo Concierto para violín es un hit que ningún reguetón podría superar”.
El oboe, el instrumento de Jaime, representa sentimientos como la nostalgia y la dulzura en la música del Romanticismo, eso cuenta él, y agrega que suena muy bien cuando es protagonista en las sinfonías de Chaikovski. Jaime recuerda, en particular, la Sinfonía n.º 8 de Anton Bruckner, esa la dirigió el maestro Rettig: una obra romántica.
Manuel López, violinista, habla del barroco
Fue la “época musical culta europea que evolucionó del renacimiento”, narra el violinistaManuel López. Fueron casi 150 años, entre 1600 y 1750. Sobre ese periodo, Manuel dice que se caracterizó por sus “formas complejas y extensas”, así que, posiblemente, le parecerá más difícil de escuchar que las de otros momentos históricos. Fue durante esos años que apareció la ópera, la cantata y el oratorio. “Emergieron también la suite, la sonata y el concierto que permitía a los instrumentos solistas hacer alarde de su musicalidad y virtuosismo”, destaca el músico. Fueron grandes maestros los de esa época: Johann Sebastian Bach, Friedrich Händel, Arcangelo Corelli, Philipp Telemann y Antonio Vivaldi.
Escoger obras para destacar, solo de ese periodo, es una tarea compleja para el violinista; sin embargo, eligió El Mesías, de Händel, y La pasión según San Mateo, de Bach, esos son oratorios, sus temas son religiosos. También la suite N° 3 de Bach de, de la cual, el Air, que es una pieza de ella, “es especialmente hermosa”.
Manuel recuerda especialmente el Concierto Brandenburgues N° 3 de Bach porque lo interpretó hace poco con la Filarmónica de Medellín, como parte de una serie de espectáculos que están tocando en el Museo de Antioquia, justamente el Barroco es el tema de ellos.
Laura Payome, clarinetista, habla del clasicismo
Johann Sebastian Bach murió y el periodo del clasicismo inició, lo dice la historia y lo recuerda la clarinetista Laura Payome. Su instrumento se perfeccionó durante ese periodo y se incluyó en la orquesta; antes, en el Barroco, los protagonistas eran los de las familias de las cuerdas, pero eso cambió. “Introdujeron instrumentos de viento como cornos, oboes, fagotes, flautas y el clarinete, que significó un gran cambio en la sonoridad”, señala Laura.
Según la clarinetista, ese periodo duró solo 80 años, a diferencia de otros que pasaron el siglo. Su importancia fue fundamental, y de él son representantes dos de los músicos más reconocidos: Wolfgang Amadeus Mozart y Ludwig van Beethoven, además de Joseph Haydn.
Los tres hicieron grandes obras, relata la clarinetista, y en algunas ese instrumento de viento-madera es solista. “Así que gracias a ellos, el clarinete hace parte de la llamada orquesta clásica, que es la conformación básica de la sinfónica que conocemos”.
A Laura le gusta la música de Mozart, en especial su Réquiem y sus óperas, como La Flauta Mágica. También disfruta el Concierto para clarinete y orquesta del mismo músico y recuerda de manera especial haber interpretado el Quinteto con clarinete, una obra de cámara. Para ella fue muy bello.
Alejandro Ruiz, percusionista, habla del periodo contemporáneo
Inició a comienzos del siglo XX y se relaciona con la vanguardia, con la música de nuestros tiempos, cuenta el percusionista Alejandro Ruiz. “La mayoría de compositores están en el furor de su quehacer musical”, dice él, que se sienta en la última fila de la orquesta, rodeado de timbales o marimbas.
Según Ruiz, para los músicos es una fortuna poder transmitir esos mensajes directamente, porque muchos de los creadores de las obras están activos, como Krisztoff Penderecki. De esta época contemporánea destaca el momento de creación musical. “El ahora, que se percibe como un aroma fresco, algo crudo y concreto”. El percusionista destaca a Igor Stravinsky, Oliver Messiaen, Pierre Boulez, John Cage, Paul Hindemith, que ya fallecieron. Y entre los que aún viven, a Arvo Part, Joseph Schwantner, John Adams Penderecki, que dirigió a la Filarmónica de Medellín en 2017. Otros más cercanos que Ruiz distingue son Alberto Ginastera, Blas Emilio Atehortúa y Andrés Posada.
De las obras contemporáneas, lsa Consagración de la primavera, de Igor Stravinsky; Pájaros exóticos, de Oliver Messiaen; Credo de Penderecki; y La ópera Die soldate, de Bernd Alois Zimmermann, son para Alejandro las piezas que sobresalen entre este repertorio. Él espera interpretar Les noces (Las bodas), de Stravinsky, eso quisiera.
Andrés Zuluaga, flautista, habla del renacimiento
El flautista Andrés Zuluaga recuerda este periodo como uno de riqueza polifónica regida por el sistema modal, heredado del canto gregoriano (en la Edad Media). Según él, esa es una de sus características estilísticas y se refiere, en palabras para no músicos, a que era diferente al sistema tonal que se usa desde el Barroco, con el que la melodía se construye sobre una base armónica definida por el tono, es decir las notas Do, Re, Mí, Fa, Sol, La, Sí. En el Renacimiento la definían siete modos, unos alegres y otros tristes.
La del renacimiento se desarrolló de 1.400 a 1.600 y, según el flautista, entre sus formas musicales están “la misa y el motete en el género religioso; el madrigal, el villancico y la chanson en el género profano, y las danzas, el ricercare y la canzona en la música instrumental”.
Como en los demás periodos musicales, tiene sus compositores y obras destacados, aunque menos conocidos popularmente. Para Zuluaga, entre los más están: Josquin Desprez, Giovanni Pierluigi da Palestrina, Orlando di Lasso y Tomás Luis de Victoria. LaMisa Papae Marcelli y la Misa L’homme armé, de Palestrina son algunas obras que se destacan de ese periodo, dice Andrés. Para él, Der fluyten lust-hof, de Jakob Van Eyck, “es muy bella”. Sin embargo, señala que el Renacimiento no es un periodo que una orquesta sinfónica tradicional trabaje, “es más para un ensamble especializado en música antigua”.
35 años de hitos para la Filarmónica de Medellín
1983
Interpreta su primer concierto y se funda oficialmente. Se creó con el objetivo de acompañar al Estudio Polifónico de Medellín y de ser un espacio para prácticas orquestales de los músicos locales.
1993
Se tocó por primera vez la Sinfonía Nº 1 en Do mayor, Opus 21, la primera de las nueve sinfonías de Ludwig van Beethoven. Era la primera vez que interpretaban una sinfonía de una hora.
1996
Se profesionaliza junto con dos orquesta de Bogotá y una de Cali. Desde eso la Filarmónica de Medellín empieza a tener un crecimiento sostenido, con grandes invitados y obras más complejas.
2011
Filarmed consigue interpretar la mayoría de sinfonías de Gustav Mahler y la obra Turangalila, un poema sinfónico de Olivier Messiaen que tuvo el reto de tocar el instrumento ondas Martenot.
2017
La orquesta es dirigida por el compositor vivo más importante del mundo, el maestro Krzysztof Penderecki. Interpretaron la Sinfonía N°. 4, de Mendelsshon, y la Sinfonía N°. 2 Navidad, de su autoría.
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